Venus en PISCIS
Posible si eres: Acuario, Piscis o Aries.
El amor que se fusiona totalmente con el otro… De lo cual puede resultar una maravillosa unión o un pegote horroroso. En ello nadan los nacidos con una Venus pez, a medias entre el milagro o el holocausto sentimental. Hipersensibles y emotivos pececitos, falsos y traidores cuando están de malas, cruelmente indiferentes cuando todo se rompió. El romanticismo y las virtudes de la compasión y la caridad se amalgaman en este signo con lo cual obtenemos que el hombre o la mujer que tiene este aspecto acostumbra ser la ONG de amantes, ex amantes, amistades y familiares diversos que abusan de su bondad. De todos los signos, (superando a su hermano Escorpión), este es el candidato principal al masoquismo amoroso, de ahí le nace esa tendencia novelesca y por lo secreto. Signo de uniones secretas con las que disfruta, aunque se queje y llore (además suelen llorar bastante) se torture, abandone y vuelva. Los abandonos y retornos también están a la orden del día. Conocedores de sus sentimientos confusos y de su tendencia a ejercer de “salvadores de la victima” la primera impresión de una Venus en Piscis es esa tendencia a ser evasiva. Hace falta que suban y bajen unas cuantas mareas más para que se decida a confiar. Lamentablemente suele tener un poquito de mala pata (llamémosle también un karma amoroso) en la elección de sus pasiones. El hombre se verá, probablemente, atraído por una “princesa en apuros”…una mujer muy cariñosa, muy femenina, muy dulce, muy entregada, muy misteriosa y, en un 90% de los casos, muy engañosa. No importa porque el siente la ineludible necesidad de redimirla, la perdonará y la relación continuará. De hecho las relaciones de Venus en Piscis son casi indestructibles, aunque elásticas como una goma. La mujer con esta posición tiene mucha inclinación a enamorarse del perdedor, el hombre que sufre, el perseguido, el adicto, el maltratado, el paria social, etc. En su parte buena…recibir el amor de alguien, hombre o mujer, que tiene este aspecto es una maravilla de las que el Universo concede raramente. No hay que abusar de eso.
Primer mandamiento a tener en cuenta: No olvides nunca mostrarle cuanto sufres.
Lo que no debes hacer jamás: Mostrarle que estás feliz y puedes vivir sin el/ella.
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